Bombardeos sionistas dejan miles de infantes lesionados, muchos de ellos con amputaciones, así como otros han quedado sin miembros familiares adultos.

Más de 16.000 niños palestinos han sido asesinados por Israel desde el 7 de octubre de 2023, mientras miles quedaron huérfanos en la Franja de Gaza y Cisjordania.

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De acuerdo con las Naciones Unidas, desde el 7 de octubre de 2023 al menos 21.000 infantes han perdido a uno o a ambos progenitores.

Najah Al-Eish, abuela de varios niños huérfanos, declaró en entrevista: “Es cierto que fue un año muy difícil para nosotros. Me quedé con cuatro huérfanos. Ahora tengo 52 años. Tengo miedo por ellos a causa de la guerra y de lo que están viviendo. Por mucho que los cuide y los críe, no me quedaré con ellos y no tengo nada que hacer por ellos”.

Miles de niños y niñas en Gaza han quedado expuestos a hechos traumáticos y catastróficos como masacres llevadas a cabo por el ejército de ocupación.

La agresión israelí no ha dejado de intensificarse en los últimos meses y ha convertido el enclave costero en un lugar inhabitable, especialmente para la población infantil. Alimentos, agua potable y medicamentos son escasos y la población infantil de Gaza corre el riesgo de contagiarse de enfermedades infecciosas.

“La vida de un huérfano es muy difícil. Cuando ven a un niño con sus madres llevándolos en sus brazos, los ves mirándolos y a veces ves lágrimas en sus mejillas”, explicó Al-Eish.

Israel ha asesinado a más de 16.700 niños. Sin embargo, se presume que debajo de los escombros se encuentran los cuerpos de cientos de víctimas reportadas como desaparecidas.

Miles de infantes han resultado lesionados en medio de los bombardeos sionistas, muchos de ellos con amputaciones. Los cuidadores de huérfanos se encuentran bajo una intensa presión psicológica. Deben desplazarse constantemente por los distintos refugios en búsqueda de alimentos y suministros para afrontar la crisis humanitaria.

La Organización de las Naciones Unidas realizó una encuesta a familias de Gaza y al menos el 41% de ellas cuidaban niños que no son suyos.

Por su parte, Atta Ashour, abuelo de dos huérfanos, expresó: “Hay cosas que no puedo compensarles. Les doy todo el cariño que puedo y les doy todo lo que puedo, pero las palabras mamá y papá no se las puedo dar porque las extrañan. Nos llaman abuelo y abuela, pero no puedo compensarlos con las palabras mamá y papá que escuchan en la calle”.

Decenas de niños se encuentran tan afectados por los bombardeos que han perdido la voz y son incapaces de dar sus nombres para la búsqueda de sus padres o familiares.

El futuro de los infantes en Gaza es incierto. Inseguridad alimentaria, desnutrición e interrupción de la educación son su realidad y todo esto a causa de la agresión del régimen sionista israelí.

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